El físico y meteorólogo Martín Barreiro, más conocido por ser «el hombre del tiempo» en TVE los fines de semana, y Ana Mariño, han presentado mediante una charla los efectos negativos sobre nuestras vidas derivados de la falta del cuidado a nuestro planeta. Sus explicaciones iban recorriendo los contenidos del libro que acaban de publicar con Edelvives El extraordinario Planeta A y que está dirigido al público infantil a partir de los 9 años.

Alumnos del colegio Pi i Margall de Madrid fueron los afortunados que acudieron al pabellón Infantil de la Feria del Libro de Madrid para participar en la charla taller de la que realizaron dos sesiones. En la primera participó el grupo de 5.º de Primaria que llegó acompañado de Raquel, su profesora. En la segunda, estuvieron presentes los alumnos y alumnas de 6.º de Primaria con su profesora Gemma.

Ana Mariño comenzó la sesión caracterizada de Eunice Foote. Esta famosa científica climatóloga, e inventora estadounidense, además de defensora de derechos de las mujeres, descubrió en el siglo XIX una clave para entender el efecto invernadero y ​​​​ el cambio climático. Ataviada con un vestido largo que le cubría brazos y cuello rindió homenaje a la científica contando los efectos adversos del calentamiento del planeta.

Después, Martín Barreiro, mientras ella se despojaba del disfraz para seguir con el taller, fue realizando distintos experimentos para explicar los efectos de la sequía y de las lluvias torrenciales. Entre otras cosas, mostró distintos tamaños de granizo que, en algunos lugares de la Tierra, han llegado a tener dimensiones enormes.

Uno de los experimentos que más llamó la atención de los escolares fue la medición del calor del suelo. Primero, Martín midió el calor del suelo del pabellón donde se disfrutaba aire acondicionado, después salió acompañado de todos los que allí se congregaban al paseo entre las casetas de la feria, a pleno sol. Ahí, la temperatura era mucho más elevada. Posteriormente, se fue a la zona de tierra con sombra entre los árboles, donde la temperatura bajaba 10 grados respecto a la anterior. Por último, en esa misma zona de sombra, realizó la medición sobre la hierba donde la diferencia de temperatura era realmente notable.

Los niños y las niñas escuchaban a Martín y miraban al termómetro con cara de auténtica sorpresa. Con esta pequeña actividad les explicó la importancia de cuidar los entornos urbanos y dotarlos de zonas verdes y de árboles para que baje la temperatura de las ciudades.

Por último, previa petición de Ana y Martín, los asistentes aportaron ideas para mejorar el entorno en el que viven.