En 1845, el francés Prosper Mérimée escribió esta novela romántica en la que se retrata su visión de la España de la época, costumbrista y exótica. En ella se relatan los amores trágicos y pasionales de una cigarrera gitana, un bandolero y un torero. La fama de Carmen, su protagonista femenina, se haría universal gracias a la ópera de George Bizet, y se convertiría en todo un mito de la mujer fatal, libre y seductora, capaz de arrastrar a la perdición a quienes la rodean.
Las magníficas ilustraciones del internacionalmente reconocido Benjamin Lacombe dotan de vida a una poderosa Carmen, fascinante y peligrosa, que teje las redes de su aciago destino.
«Dudo mucho que la señorita Carmen fuese de raza pura, por lo menos era infinitamente más guapa que todas las mujeres de su nación que yo haya conocido jamás. Para que una mujer sea hermosa, dicen los españoles que debe reunir treinta síes, o, si se quiere, que se la pueda de definir mediante diez adjetivos, aplicable cada uno de ellos a tres partes de su persona.»