Lucía, hoy adulta y pediatra, recuerda cómo de niña, tras ganar su última carrera de atletismo, descubre que tiene un grave problema en el corazón y se tiene que enfrentar a él. Sus recuerdos mezclan ficción y realidad: entrelazan su larga estancia en el hospital y una delicada decisión laboral de su padre, con sus sueños y las historias de piratas que le leía su madre.
Esta delicada historia habla, con realismo pero sin dramatismo, de la manera de afrontar el tratamiento de una grave dolencia de corazón y su solución realista, nada infantil ni inmadura.
Es una obra perfecta para abordar un tema que se puede hablar con los niños de segundo ciclo de primaria: la donación de órganos y la importancia que tiene salvar vidas.
Con un lenguaje y un vocabulario muy adecuados para la edad de los lectores, la obra ayuda a afrontar una enfermedad grave y a confiar en las personas adultas que ayudan al paciente infantil. El amor infinito de los padres y la generosidad y dedicación de los pediatras y cardiólogos infantiles son claves tanto en la obra como en la realidad.
De forma tangencial la novela habla también de la práctica y gusto por el deporte entre las niñas.
La historia está ilustrada con cuidadas ilustraciones en blanco y negro.