Mixi llegó a Husmea una desapacible tarde de invierno. En aquellos días el aire estaba electrizado, porque todo se trastoca en Husmea cuando se extingue el último rayo de sol del último día de invierno. Todos los años al llegar este momento, los gatos se arremolinan en torno al reloj de la comunidad esperando el tañido de las doce campanadas que señalan el inicio de la Noche del Marramiaú.
Maxi estaba dispuesto a vivir plenamente su primera Noche del Marramiaú. Sin embargo, iba a encontrase con un asunto muy oscuro, un asunto que empezó cuando sintió que una mano huesuda tiraba de sus bigotes y lo arrastraba.
Esta curiosa historia narrada por Xan López Domínguez contiene unas sugerentes ilustraciones realizadas por el mismo.
Esta obra fue Premio Ilustración CCEI en 2012.
«Por todas partes se veían grupos de gatos ensimismados revolviendo entre las bolsas de basura en busca de las latas más llamativas y sonoras que les permitiesen disfrutar al máximo de la gran noche: «La Noche del Marramiáu».