Libros infantiles de emociones
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CerrarUn día, Mateo recibe un regalo inesperado: ¡un spray aparentemente simple, pero con un poder especial! Cada vez que lo utiliza, se abre una puerta hacia su mundo interior.
Toda la magia de las ilustraciones de Chris Riddell en una galería de abrazos y personajes entrañables y divertidos.
«¡Abuela, deja de hacer fotos!», le repite con fastidio una niña a su abuela, que no se despega jamás de su cámara, estén donde estén. ¿Por qué será tan importante para la abuela hacer tantas fotos?
Es hora de irse a la cama pero… ¡Lobín no tiene nada de sueño! Una y otra vez llama a Papalobo para que le lleve agua, le lleve a hacer pis o le lea un cuento. Hasta que Papalobo se enfada de veras.
¡Hoy a Ágata le sale todo mal! La pequeña leona está enfadada y parece que sus amigos no la pueden ayudar. ¿O será que ella no les deja?
Annie es un pequeño hámster, curioso y muy travieso, que siempre mete la nariz en todas partes. Lo que más le gusta es recorrer el mundo, siempre en compañía de sus hermanas. Juntos descubren paisajes, conversan con animales… ¡Y se revuelcan por el barro!
Un libro-marioneta para jugar a dar sustos y tomar el pelo al lobo.
Esta mañana, ¡HIP!, el lobo feroz se ha despertado, ¡HIP!, con un pequeño problema, ¡HIP!, ¡HIP! ¿Quién podrá darle un buen susto para que se le quite el hipo?
Don Gregorio se dedica a enseñar pisos a posibles compradores. Un día ha de mostrar uno que, para su sorpresa, tiene cierto aire familiar. Y no es para menos, ¡es la casa en la que pasó su infancia!
Babayaga es una bruja que solo tiene un diente y ningún amigo, tal vez por eso es tan mala.
«En aquel jardín había dos árboles. Uno y dos». «Margarita tenía un estuche muy chulo». «Era de noche y en el cielo no se veía ni una nube». «Aquel día era muy especial: era el cumpleaños de Martina». Así hasta casi un millón de historias: disparatadas, divertidas, alegres o melancólicas.
Cerdo y Bicho quieren ser amigos pero sus diferencias suponen un obstáculo. Bicho es demasiado pequeño para jugar con Cerdo. Y Cerdo es demasiado grande para los regalos de Bicho. Justo cuando están a punto de pensar que su amistad es imposible y de tirar la toalla, Cerdo tiene una idea.
Cinco zorritos rebeldes se rebozan en la nieve. Giran, giran, y giran en su rueda divertida. Poco a poco se van cansando y desaparecen uno por uno: cinco, cuatro, tres, dos, uno. ¿Puedes buscarlos y ver dónde se han metido?