Libros especiales

Un libro con solapas que cambian la ilustración y simpáticos personajes que ayudan a los más pequeños a adquirir rutinas diarias. 

¡No siempre es fácil tener hermanos o hermanas! Los protagonistas de este libro tendrán que aprender a gestionar pequeños conflictos de convivencia.

Navega por cinco ríos grandiosos y descubre increíbles relatos relacionados con su historia, sus mitos y su presente.

Acompáñale y disfruta de este libro en cartón con preciosas ilustraciones, páginas desplegables y una textura al final.

Un libro en cartón duro con esquinas recortadas, preciosas ilustraciones y solapas desplegables troqueladas para que los más pequeños descubran algunos animales domésticos y su entorno.

Acompáñale y disfruta de las ilustraciones y páginas desplegables y troqueladas.

Un libro en cartón duro con las esquinas recortadas y bonitas ilustraciones para conocer el zoo y los animales que viven en él.

Acompaña a Ludo en su recorrido y levanta las solapas para saludar a sus amigos.

A don Yata le gusta mucho el golf, pero cuando está jugando en lo alto de una colina… ¡la bola se escapa y sale volando! Mientras la persigue, la confundirá con un montón de elementos que se parecen a ella: la cola de un conejo, unos champiñones, la perla de una ostra...

Don Yata decide gastarle una inocente broma a su amiga la jirafa Josefa, que es un poco miedosa. ¡Y es que la pobre Josefa siempre se teme lo peor!

Para que una cita salga bien hacen falta, como mínimo, dos personas. Se fijan un lugar, un día y una hora: por ejemplo, las doce en punto. Si las dos personas en cuestión, las que han quedado, acuden al susodicho lugar, día y hora, ENTONCES lo más probable es que la cita sea un éxito.

Hoy en la calle Barullo sopla un viento que no amaina, pero William Zampabollos quiere tender la colada. ¡Vaya, la ropa no está! ¿Y por qué no lo ayudamos? Con suerte aparecerá.

Como en el conocido chiste infantil, una rana pasa por todos los animales presumiendo de su boca grande y «chinchando».

Durante un pícnic por el bosque, los hermanos Hans y Greta no consiguen encontrar a su padre y acaban perdidos y hambrientos. Afortunadamente, llegan hasta una casita... ¡y es de chocolate!