Libros infantiles de valores
Filtrar
CerrarCada tarde, Lolo e Inés emprenden viajes fantásticos a lugares desconocidos en un coche abandonado. Un día observan en la plaza de su barrio cómo un viejo vagabundo inspecciona las papeleras buscando algo de comida.
El Monstruo Peludo quiere devorar seres humanos, porque lleva muchos años alimentándose de ratones. Su primera víctima puede ser un rey, pero éste le convence de que es mejor que se coma a un niño, pues están más tiernos que las personas mayores.
Lucila y el Príncipe viajan en una mariposa gigante. Son felices, pero la princesita no hace más que suspirar y lamentarse por no estar en el castillo de su padre. Y cada día se queja más de mil doscientas veces. Tan pesada es que el príncipe se enfada mucho, mucho...
La seño de Arturo se enfada mucho con él, pero las distracciones permanentes del niño en clase enseñarán a la severa maestra que las humillaciones no sirven para nada.
Una interesante reflexión para mostrar el peligro de «etiquetar» a los niños.
¿Tienes dos papás? ¿Dos mamás? ¿Un papá y una mamá? ¿Solo uno de ellos? Lo que construye una familia, la formen quienes la formen, ¡es el amor!
Cuarto libro de la serie que comenzó con El Rey de los mindundis. En esta ocasión, también en formato cómic, se aborda uno de los mensajes centrales del Nuevo Testamento: las Bienaventuranzas, el discurso de amor y la humildad que Jesús nos dejó en el sermón de la montaña.
Cuando Coco necesita una siesta, nada puede detenerla. Por eso, cuando Susan decide lavar su cojín favorito, Coco sale de casa para buscar un sustituto.
La familia de Coco la lleva a un hotel especial para gatos. Al principio se divierte, luego se da cuenta de que algo extraño está sucediendo. Descubre cómo Coco planea escaparse.
La ballena Harry deambula aquí y allá recolectando interminables tesoros submarinos. Pero, por muchos objetos que acapara, nada le hace sentir completamente satisfecho. ¿Será la amistad, y no las posesiones, lo que consiga hacerle feliz?
Llega el frío y en las altas montañas nacen los muñecos de nieve. Al principio son solo tres bolas, pero pronto ellos mismos completan sus ojos, bocas y brazos con piedras y ramas.
A Cocolicot su madre, su padre y su hermana Coconuta le recordaban constantemente que los cocodrilos son valientes y seguros y que nunca lloran. Sin embargo, un día Cocolicot no fue capaz de contener el llanto, y he aquí lo que sucedió.
La historia de Valentina y Gisela, de sus compañeros y compañeras de clase, de su entorno, de sus familiares…, nos acerca al difícil tema del acoso escolar desde un punto de vista diferente, en el que no todo es lo que parece y donde se pone en valor la actitud del grupo como freno a los abusos.<