Un intercambio de estudiantes lleva a Brandon, Carag y Holly a las selvas de Costa Rica. Pero no solo encontrarán monos aulladores, enormes tortugas y vegetación frondosa. El escurridizo Andrew Milling ha puesto sus garras en el país centroamericano y los chicos del internado Clearwater deben ser más rápidos que él si quieren frustrar su siniestro plan.
Una colección de aventuras en la que los protagonistas cambian de forma, literalmente, mientras pasas las páginas.
En este título de la colección Woodwalkers, la biografía del protagonista se mezcla con temas de actualidad como el mobbing y el amor por la naturaleza. Todo ocurre en un nuevo escenario: las selvas costarricenses.
La acción se alterna con partes reflexivas, en las que el protagonista describe sus dudas y su búsqueda de identidad. Una reflexión que suele aparecer en la edad de los lectores a los que va dirigida la colección.
Todo ello, unido a los trepidantes cambios de ritmo de la historia, el transformismo de sus protagonistas –ligado con la mitología de muchos pueblos indígenas–, la historia de amor adolescente que se sigue desarrollando entre Carag (el puma) y Lou (una wapití) y el exotismo de las Montañas Rocosas.