El grupo Edelvives ha celebrado su ciento treinta y cinco aniversario con la satisfacción de un trabajo bien hecho. Alianzas estratégicas, proyectos innovadores, tecnología segura y adaptable, además de tesón y mucho trabajo han sido las claves de su éxito.

Con motivo de esta fecha tan especial, Edelvives organizó un evento al que asistieron Natalia Chueca, alcaldesa de Zaragoza, y Manuel Magdaleno, secretario general técnico del Departamento de Educación, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón; Luis Humberto Menéndez, jefe de Economía de Heraldo de Aragón; el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, además de representantes de instituciones educativas y directivos del ámbito empresarial aragonés. Por parte de Edelvives, estuvieron presentes Javier Cendoya, director general; Alberto Pazos, director de la división internacional; Alejandro Cebrián, director general de España; Abel Muñoz, presidente del consejo de administración, y profesionales de la editorial.

La fiesta conmemorativa se celebró en la sede de la editorial en Zaragoza, donde se encuentran ubicados los talleres gráficos, el silo logístico y la dirección general, como muestra de la simbiosis de Edelvives con una ciudad que la ha visto crecer y desarrollarse. 

En este mismo lugar, hace quince años, se celebró el ciento veinte aniversario con la última actuación del legendario Antonio Vega. Para esta celebración de los ciento treinta y cinco años, algunos de los componentes de su banda interpretaron sus temas junto a Nacho Campillo y Annie B Sweet e iban dando paso a las intervenciones de autoridades y directivos.

Desde aquel 2009, se ha realizado un gran recorrido de la mano de la innovación y con la mirada puesta en el futuro: «dar lo mejor, para ser los mejores», como explicó Javier Cendoya. Y concluyó: «Aquel concierto de Antonio Vega, supuso un antes y un después para Edelvives. Desde entonces, hemos demostrado que somos capaces de cualquier cosa que nos propongamos. Sólo hay que dar lo mejor para ser los mejores». 

Con esfuerzo e ilusión y como fruto de aquel plan estratégico, se consiguió atravesar el océano y hoy, el grupo, tiene sede en México y Argentina y distribuye sus productos en muchos países latinoamericanos. 

Alberto Pazos puso en relieve la notable evolución de la compañía en estos quince años: «En 2009 trabajan 383 personas en Edelvives y hoy somos 653 sólo en España. Hoy estamos cada vez más cerca de cumplir ese sueño: somos líderes en muchos ámbitos gracias a las personas que conforman la editorial, a su talento y a su capacidad de evolución, manteniendo principios y valores».

Por su parte, Alejandro Cebrián destacó que Edelvives afronta el 2024 con el mayor número de proyectos de los últimos años «pese al momento frágil que vive el sector. Nuestro futuro se escribe con la tinta de la audacia y la pasión. Queremos ser una empresa que sonría, que contagie felicidad, que invente sueños, que conmocione el alma del que se acerque a nosotros. Ser genuinos, relevantes y, sobre todo, humildes».

La editorial más antigua de España, con su visión innovadora, ofrece, en los últimos tiempos, un gran abanico de posibilidades a los docentes. Los proyectos STEAM, la propuesta de Inteligencia Artificial segura y controlada dentro de sus plataformas o la integración de productos y servicios a disposición de la comunidad educativa han dado cuenta de ello.

El punto nostálgico lo puso Abel Muñoz, quien recordó los comienzos de la editorial a finales del siglo XIX cuando llegaron cuatro hermanos maristas a Gerona y para impartir sus clases crearon sus propios libros: «Ahí nació el auténtico germen de la editorial: un problema, una solución. Y así seguimos 135 años después, escuchando lo que pide la sociedad para ser proactivos en las respuestas. Si estamos donde estamos es por nuestra capacidad de trabajo y el alto nivel de exigencia. Lo mejor está por venir».

Manuel Magdaleno, secretario general técnico del Departamento de Educación, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón resaltó dos retos a los que se enfrenta la educación: el creciente anti-intelectualismo y el cuestionamiento de la propia cultura y civilización, frente al que los libros cobran un importante papel.

La encargada de cerrar el acto marcado por la música fue la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que destacó que Edelvives irradia «felicidad y sabiduría»: «Libros que nos hacen soñar y sabiduría de vuestros innovadores proyectos educativos. Con esfuerzo y humildad habéis construido una marca que lleva lejos el nombre de Zaragoza. Admiro vuestra constancia y el gran equipo que sois». 

Un emotivo acto en el que quedó patente que el Grupo Edelvives siempre sorprende.